Algunas veces me levanto a las 7 y me la encuentro aquí. Y ya se ha tomado sus yerbas. Dice que es un foulard, y que no sabe para quién es.
Escribo desde el taller. Miro "La Sonora", y tampoco sé para quién es. Creo que mi madre y yo, cada cual en lo suyo, no sabemos para quién, pero sí sabemos para qué. Nos callamos y seguimos, porque no hay que perder el tiempo aireando lo importante. Todo tiene más hilos que los que se ven.
Los hilos con la gente que quieres, son finos y fuertes. Pueden estar sepultados en distancia e incomprensión, a veces, pero son de amor, y el amor es como el Guadiana, por mucho que nos pongamos.
Me vuelvo a "La Sonora". Pongo el alma en su "para qué", sin soltar el hilo.
Jag.
Coín, 24_1_16
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