La idea de "Labora", expo + taller abierto en un antiguo convento de clausura, compartido y promocionado por redes, hace que sienta que abro, todo lo posible, mi trabajo a la gente, pero al mismo tiempo, la obsesión / entusiasmo por trabajar "La Sonora", echarle todas las horas que necesita, con su profundidad, con su capacidad para revelarme e iluminarme lo oscuro, convierten esto en algo como muy monacal.
Estoy en una época en que mi corazón no está muy católico. Y está bien que lo cuide con aliento y con lupa, pero hoy sé que no todo se puede arreglar encerrado. Así que hemos dejado un momento la expo, el taller, y hemos salido al claustro. Sin que esta paradoja haya cambiado del todo, mi compañera ha desayunado, y yo me estoy dando un baño de luz natural.
Jag.
Coín, 23_1_16
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