25 de junio de 2015

No hay nadie como tú.

Y me niego a puntualizar más. Me resisto a desambiguar.

Cosas tuyas, específicas, inexplicables, me visten de incendio, me desintegran en manantial. Para ti, y para todos los demás.

No hay nadie como tú, y no me canso de saberlo, y no sé en qué continúa, y en realidad, qué más da.

Nadie como tú, y la frase es una parra que nos cobija, y todo el mundo encuentra su zarcillo.

Como tú, y me ocupo en responder aludidos.

Como tú, y me alargo en sostener ilusionados.

No hay nadie como tú, y cuánta respuesta doy, para que tú me entiendas.



.

No hay comentarios:

Publicar un comentario