12 de mayo de 2015

Si no había amor

en aquella electricidad que nos arrebataba, ¿qué nombre le pongo al nerviosismo que mantengo en los brazos, a ese excitarse que se queda a vivir en mis maneras?

¿Cómo puedo normalizar ese pensarte constantemente y a pesar de todo?

¿Cómo debo llamar a tu voz, a tu risa que me acude como un rabo de lagartija?

Si no había amor en aquello, ¿soy un tonto rematado por echarme al mundo buscando tu olor?

Si no había amor, ¿cómo llamo yo a este dulce amargor que me persiste en los labios mientras te pienso?




.

No hay comentarios:

Publicar un comentario