24 de febrero de 2015

No se empieza

ni se acaba. Es un gas,
un fluido, una melodía esencial que rodea
y da cuerpo a todo.

Quienes celebran su inicio no lo entienden, traicionan
sin querer su principio dando la bienvenida
al que siempre estuvo.

Quienes lloran su adios lo malversan. Más
convendría ubicar correctamente nuestras lágrimas,
lamentando a las pesonas,
que son las únicas que se desgastan,
las únicas que se despiden.

Son ellos,
los que creen ver que se va,
los que pierden las ganas,
los que pierden las fuerzas. Se caducan,
se rompen, se corrompen los acuerdos, y el amor sigue,
aunque le hayamos perdido la sintonía.




.

1 comentario: