31 de enero de 2014

TODO ES MÁS FÁCIL CON MÚSICA NEGRA.

Pues sin dejar de saber que el alejamiento del estímulo funciona, al menos para ir arrastrándome, obligada y miserablemente hacia algo parecido al olvido, acabo de publicar y compartir "Nacimientos", medio minuto antes de que cierren los ordenadores de la Bonnemaisson. Aparte de que es la hora buena de compartir, lo he hecho tan justo de tiempo porque quería dejar el post toda la noche en el muro, sin tocarlo, hasta mañana, para no mostrar mis reacciones a las reacciones. Hasta mañana.

Y saliendo de la biblioteca a la calle, que se va vaciando de gente, me encuentro con Serena. Atento al nombre. Hace más de un año que no nos vemos. Le pregunto cómo está, y me dice que bien, que cómo estoy yo. Le digo que bien y ella dice que se nota, mientras me mira con extraña fascinación a una zona justo encima de mi cabeza. Le digo que me he enamorado. Que me he malenamorado, le puntualizo, mientras pensaba en tu especie de sugerencia forzosa de alejamiento. Me dice que se me ve bien, que tengo una luz muy bonita, muy fuerte.

Ahora estoy con Yumboldt, dándole vueltas a la libreta, a ver si consigo de una vez hacerme un centrifugado en el corazón. Y que la mierda quede pegada a las paredes. Tienen puesto el "Yegelle Tezeta" de Mulatu Astatke. Mis imbecilidades propias siguen dando vueltas, pero todo me parece más fácil.

Y no dejo de pensar en lo que me dice Serena. No dejo de pensar ahora en esa luz que ella me ve. En si eres tú quien la provoca en mi, o si es esa luz que yo tengo la que te ilumina, la que me devuelve el reflejo ante el que ejerzo de enamorado.


Barcelona, 27_1_2014 



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