28 de agosto de 2012

Pensar y actuar.

A veces mi parte pensante y mi parte actuante las tengo enfrentadas.

No se entienden entre ellas.

No sé qué se me verá desde fuera, pero aunque aprendo a mantener la compostura, lo cierto es que me siento como una piedra hirviente: por dentro mi parte activa está zarandeándolo todo, atormentada por lo que yo podría hacer y no hago, y ofuscada por la sangre fría de mi parte que piensa, pues la imagina urdiendo soluciones para los tres, pero por miedo o dejadez, se las guarda.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario