28 de agosto de 2012

Pensar y actuar.

A veces mi parte pensante y mi parte actuante las tengo enfrentadas.

No se entienden entre ellas.

No sé qué se me verá desde fuera, pero aunque aprendo a mantener la compostura, lo cierto es que me siento como una piedra hirviente: por dentro mi parte activa está zarandeándolo todo, atormentada por lo que yo podría hacer y no hago, y ofuscada por la sangre fría de mi parte que piensa, pues la imagina urdiendo soluciones para los tres, pero por miedo o dejadez, se las guarda.


.

26 de agosto de 2012

LA TETA PREÑADA.



Fue una noche de flama, que un tábarro que venía de comerse un tomate en la ventana de un puticlub, se metió en la casa de La Mujer Desaparecida y le picó en una teta.

La muchacha se tuvo que asustar mucho, pues se miró al espejo y se vio un bultito de más en la pechera, se puso aceite, se puso barro y se plantó en la puerta de mi casa. Me dijo:

-Con todas las canciones que te he tenido que aguantar, espero que alguna fuera de verdad, cabezón.

Y abriéndose el escote, me enseñaba la teta preñada y me preguntaba:

-Lo que salga de aquí, ¿no estaría bien que nos saliera a los dos juntos?

Yo pensé muchas cosas. La primera fue “hostia”, la segunda cuánto la quería mientras le cantaba, la tercera fue en meter y en sacar, y la cuarta que, como teta, la verdad es que no había mucha.

Lo pensé todo a la vez y no abrí la boca. Me andé rápido para saber que decir hostia iba a quedar feo, que de canciones ya tenía bastante, que decir lo de la teta era ofender tontamente a una bonita dama y que de todo aquello iba a sacar bien poco si empezaba metiendo la pata. Así que le dije que sí, pero con la cabeza.

A día de hoy, a La Mujer Desaparecida yo no sé cómo llamarla. Estamos juntos en las cosas que planeamos y en las que no, en las que queremos y en las que se nos cuelan. Nos amamos, es decir: nos hacemos cosquillas y putadas. Algunas veces nos pesa que de lo bueno o de lo malo haya tanto o tan poco, pero somos y estamos.

Yo la miro, más bonita que todas las canciones, y yo me veo poco, peludo y barrigón, y no me lo explico, pero ella me calla la boca y me dice:

-Por pesao.

Vista de cerca y más veces, la verdad es que la teta me parece más que suficiente. Y al final ni parió ni nada.


.

23 de agosto de 2012

Dale libertad de movimientos

a la verdad.

A lo que entiendes,
a lo que percibes.

Dale libertad de movimientos
a lo que opinas
acerca de qué es la vida,
de qué quieres
y de quién eres tú mismo.


.

21 de agosto de 2012

Hay un recuerdo persistente,

que al paso te acompaña.

En tu respiración está
habituado
a lo que aspiras,
acomodado en lo que sueñas.

Mas guárdate del asalto
del recuerdo que vive agazapado.

De éste no tienes sospecha,
y no encontrarás defensa.


.

EL TODO.

Todo amor
es nuevo,
porque sigue el movimiento que es la vida.

Por eso,
todo amor
siempre es el mismo.


.

16 de agosto de 2012

CONVIVIR.

Mirar y ver, oír y escuchar
son distintas ventanas de la casa de tu alma.

En ella conviven tres que,
en acuerdo o en disputa
las van abriendo y cerrando:
poder, saber y querer.

Al vaivén constante de sus caprichos y sus lógicas
hay que añadir el tino o la desazón del visitante,
buscando la fachada en la que hallar
respuesta.

.

10 de agosto de 2012

Ningún miedo podría frenarme.

Quien quiere estar cerca, lo está. Supera muros de silencio, años de distancia y kilómetros de entendimiento.

Toca sin manos, besa sin labios y se pone a acompañar sin compañía. Supera las vergüenzas y salta, graciosamente, por encima de las incertidumbres. Pendiente de no añadir peso a esta especie de contacto sublimado, te mira sin hacerte ruido. Y te ve.

Quien quiere estar cerca de ti, desarma, sonriendo, la compleja maquinaria de lo incierto. Sin miedos que le frenen ni abismos que le acobarden, entorna los ojos en soledad, abriendo las puertas y las ventanas del corazón: las suyas a conciencia, y las tuyas sin que tú lo sepas. Todo eso por tocarte aunque no estés, y para estar a tu lado, a pesar de que cada uno sigue con su vida.

Se come los imposibles. Y no hay brumas que no atraviese la imaginación de quien te está viendo sin mirar.

De igual modo que escribo esto sintiendo, en un repelús, algunas miradas que se muerden los labios y, a su modo, me quieren sin gesto, igual te amo yo a ti, por el momento.

Y no pienso en qué miedo me frenaría, en qué abismo podría acobardarme como para hacerme desistir del ansia de estar en ti. Porque sería absurdo perderme en opiniones, en elaborar estrategias efectivas para besar a un aroma.

Te amo y ya estoy en ti, y en este momento preciso, sin presencia, notarás, en un improbado y certero atisbo, el fruto que, con todo amor y sin peso alguno, te aporta mi compañía.

.

9 de agosto de 2012

UNA TÍMIDA CERTEZA.

Es el blanco, con su capacidad para acoger todas las decisiones, matices y posibilidades, sensible a todas las manchas, hospitalario con todos los demás colores, el color que mejor favorece a los intereses del alma.


.

TE VEO,

más de lo que me muestras y menos de lo que se te escapa, aunque
me falta escuchar tu voz, y me pondría desde hoy
a oler tu olor,
que no se huele nunca
el primer día.

Me falta el sabor,
que no sabré sin tu acuerdo.

Me falta tu tacto,
pues qué pequeño sería
si sólo ha de ser imaginado.

No sólo con mis sentidos
haríamos una comida fragante,
reparadora para ambos, seguramente,
fruta de la lejanía.

.

VIVIR RÁPIDO

Hay que vivir rápido los malos tiempos.
Los años fríos.

.

7 de agosto de 2012

MI HOGAR


Tu hogar es la gente que te quiere, da igual la nacionalidad.

Entiendo la postura de los que se van y la de los que se quedan. Yo mismo vivo fuera por elección propia, y nunca dejo de vivir mi tierra, que es mi referencia. Otra cosa es que me quede atado a mis recuerdos y siga enganchado al pan con chocolate de cuando tenía cinco años, al primer beso y al clima en el que he crecido. Todo eso lo vivo como "lo mío". Pero ¿y "lo mío" por llegar, dónde está?

El asunto es ese: también se crece con cosas que no te vienen por herencia. También puedes intentar llevar las riendas de tu crecimiento, o al menos meter mano en ello, y salir a buscar personas, hechos, conocimientos, maneras, humores y alimentos que, de entrada, no te correspondían por haber nacido en cierto lugar, bajo ciertas condiciones personales, sociales, culturales.

Cuando sales, sales de ti, de lo acostumbrado. Todo sabe extraño, al principio, todo es demasiado grande o pequeño, o incluso inasible para ti, pero la siguiente sensación es la de que el mundo es infinito. Y como parte del mundo que eres, tú mismo también eres infinito. Y al mismo tiempo que te puedes alimentar de todas esas cosas extrañas, a la vez, puedes hacer crecer la sensación de que tú también eres un alimento raro en los sitios, las personas y las situaciones nuevas a las que vas. Te puedes percibir, también, como un alimento de importación, que viaja de tu tierra a una tierra nueva.

Eso, de entrada, hace que pongas en su justo valor lo que llevas de nacimiento (algo que no siempre tenemos presente), la percepción que tienes de quién eres inmediatamente antes del encuentro con lo nuevo.

En la puerta de casa, cuando ya había cargado la mudanza hacia Barcelona, mi madre, al despedirnos me dijo:

-Recuerda quién eres y de dónde vienes.

Pensando que podría encontrar cosas que no sabes que son vitales hasta que no las ves en ese lugar extraño, pensando que también puedes ofrecerte como algo bueno o útil para el lugar y las personas que te acogen, pensando así, nunca te sientes como un turista, nunca el encuentro es frío: es un intercambio vital, para mi y para quien lo sepa ver.

Aprendiendo a valorar esas cosas que no me venían dadas, que al principio saboreaba como extrañas, eligiendo y enfrentándome a esas cosas que dejo en casa y que siempre se añoran, siento cómo, gracias a mi elección, mi mundo se abre, crece, y con él, se abre y crece mi país, que siempre va conmigo.

Y así voy haciendo mi hogar. Poniendo corazón en la casa que dejo, en la casa que hoy me recibe y en las casas que ni he pisado ni he visto, pero que intuyo hoy que, en su momento, harán sitio a mi corazón, porque quieren darme algo que hoy no sé que necesito, y porque quieren algo de lo que yo soy, algo de lo que de mi país y de mis padres llevo conmigo.




.