9 de abril de 2012

CUANDO TODO PARECE CONSUMADO,

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Siempre hay que guardar la esperanza o la precaución, según el caso, de que lo imprevisto encuentre su momento y lugar. No esperarlo, pero sí saberlo y hacerle su sitio en la despensa y en el corazón.

Ocurrirá cuando al héroe se le presente todo de cara, ocurre cuando el villano se relame enmedio de su señorío del mal. En el primer caso, la historia iba demasiado melosa, en el segundo, todo iba abocado a una tragedia plana y sin finalidad. En ambos casos, el imprevisto tuerce o redirecciona la vida para que nada sea aburridamente bueno ni desesperadamente malo. En cualquier caso, ocurre lo que mejor le venía a la película: hay una guindilla en el postre, hay un milagro que controla el incendio devastador, y lo único que importa, a fin de cuentas es que, viendo cómo al bien se le fortalece el carácter, viendo cómo al mal se le puede hacer frente, el espectador nos recordará como un momento constructivo, y nos habremos ganado su aplauso.


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